Este Kenworth equipado con doble turbina le echa un pulso al avión. Propulsores a máximas revoluciones para dar puro espectáculo sobre la pista.
¿Será posible que el camión le gane la carrera a la avioneta? Se admiten apuestas. Sólo tener en cuenta que la velocidad alcanzada fue de 554,74088 km/h. Qué barbaridad.